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EL DIRECTOR DE TESIS EN LA META DE GRADUARSE: ¿POR QUÉ UNOS SÍ SE TITULAN Y OTROS NO?

Actualizado: 1 jun 2023

Por Alma Elena Gutiérrez Leyton*



Ese momento memorable en el que se obtiene el grado de Doctor. En la foto, la Dra. Cecilia Madero, cuya tesis solo obtuvo el 3% de similitud. No sé quién está más feliz, si ella o yo. Su tesis se centró en el uso de la gamificación como estrategia para el aprendizaje significativo en adultos.

No hay una formación para convertirse en director de tesis.

Quienes hemos desempeñado esa función sabemos muy bien que es una de las avenidas de desarrollo para quienes ejercemos la docencia, pero nadie lo forma a uno para ello, excepto por la propia experiencia vivida en el proceso personal.

Por ello, hay buenos asesores que realmente dirigen una tesis y otros que solo se concretan a echarle porras al tesista ("vas muy bien"; "sigue así") o a regañarlo porque no avanza ("ya termina"; "ya te atrasaste mucho").

Pero ¿quién ha sido certificado como director de tesis?

¿Cuáles son las competencias que debe tener quien desempeña tan delicada función?

¿En qué consiste una buena dirección de tesis?

En esta entrada presento algunas características de las buenas y malas prácticas, y antes... unas precisiones al respecto.


Érika Murrieta, durante su defensa de tesis el pasado 10 de abril de 2023. Dirigí su tesis, con la que obtuvo el grado de Dra. en Educación, que se centró en el análisis de la implementación de la estrategia digital inclusiva en una institución educativa de nivel primaria durante la pandemia.

NADIE SE GRADÚA SIN EL GRADO

Es común asistir a"las ceremonias de graduación" de pregrado y posgrado, y atestiguar que los estudiantes se toman la foto vistiendo toga y birrete, y sienten que ya se graduaron, lo cual es un error, porque alguien se gradúa cuando obtiene el grado correspondiente.

Entonces, solo puede decirse licenciado, maestro o doctor, quien ha presentado y defendido su tesis frente a un sínodo que lo examina y le otorga el grado.

Esa sería la primera precisión: es un delito (sedicencia) ostentar un grado que no se ha obtenido.

Las instituciones podrían reducir la confusión si nombraran a estos eventos como conclusión de estudios, obtención de créditos, terminación de materias, o cualquiera que evitara esta percepción errónea.

Muchos de los que aparecen en estas "fotos de graduación" nunca llegan a obtener su grado. Se convierten en los yameritos, porque "ya merito" acaban su tesis, pero nunca lo logran.

¿Por qué sucede este fenómeno, si se trata de estudiantes que pasaron los filtros de admisión y cursaron y aprobaron sus materias?

En la mayoría de los casos, el problema se reduce a la dirección de su tesis, aunque también he atestiguado casos de falta de interés, tiempo y dedicación por parte del aspirante al grado, así como una deficiente formación teórico-metodológica.



Dra. Bertha Alicia Ramírez Salas, graduada del Doctorado en Filosofía con orientación en Comunicación e Innovación Educativa, realizó una tesis con abordaje cualitativo sobre el perfil de una tutora de educación superior.

LO PRIMERO ES LOGRAR EL ÁNIMO ADECUADO DEL TESISTA

Como director de tesis, uno se convierte en coach, psicólogo, orientador... del tesista.

No es posible asesorarlo en su tesis cuando experimenta situaciones personales que lo acongojan, entristecen, angustian, estresan o deprimen.

Como lo establecí en mi tesis de doctorado, el aprendizaje, como proceso cognitivo, transita sobre el riel de lo afectivo (**ver aquí la liga para descargar el documento completo), y no es posible construir una tesis con problemas anímicos, pero debe imperar el sentido común para no transgredir los límites éticos y reconocer cuando el estudiante requiere de apoyo profesional, lo cual sucede más a menudo de lo que puede imaginarse.

Otra característica indispensable para dirigir una tesis es la experiencia como investigador(a). No es posible enseñar algo que nunca se ha hecho. No basta haber hecho la propia tesis de grado. Es necesario contar con el conocimiento de haber realizado un proyecto de investigación, como líder o como colaborador. Haber experimentado esa tensión/emoción/caos que implica concretar las ideas para plantear un problema de investigación; navegar en las vastas aguas de las bases de datos para establecer el estado del arte, identificar antecedentes y construir el marco teórico; realizar el trabajo de campo y, finalmente, elaborar el reporte, buscar foros para su publicación, mantener el estoicismo para recibir la retroalimentación de evaluadores y hacer las correcciones solicitadas.


Titulación de Nayghwa Celidé Martínez Salas, quien realizó una tesis sobre las Estrategias de publicidad y marketing que emplean los artistas locales para la distribución y el consumo de la música como producto cultural.

NO HAY QUE ESPERAR AL TESISTA; HAY QUE CORRETEARLO

Recuerdo a mi querida directora de tesis de doctorado, Dra. Delia Crovi Druetta, quien ejercía una presión sutil, pero constante, para mantener mi ritmo de avance. Ella tenía sus estrategias: primero, me mandaba un mensaje pidiéndome los avances de mi tesis, a partir de la retroalimentación que me había dado en la sesión anterior. Luego, intensificaba el tono, y me pedía que le llamara por teléfono, y mostraba una postura enérgica, que surtía efecto.


[Eran las épocas del teléfono fijo y del correo electrónico, y cabe aclarar, que yo vivía en Monterrey y ella se dividía entre la Ciudad de México y Cuernavaca, su lugar de residencia. Mis sesiones de asesoría sucedían en alguna de esas dos ciudades, dependiendo de la agenda de la doctora Crovi. Yo viabaja al altiplano y ahí la veía. El resto de la comunicación era mediada].


Hoy, a casi veinte años de haber obtenido el grado gracias a su atinada dirección, puedo confesar que sus mensajes me impactaban.

Una vez que recibía el primer correo, me ocluía. Para mí -y para el mundo académico en general- ella representa una figura icónica de los estudios de la Comunicación en América Latina.

No importa si había avanzado en las correcciones o si mi avance era precario, yo me volvía un molusco dentro de su concha. Quedaba petrificada y ni siquiera le respondía su mensaje.

Por eso, ella insistía y terminaba llamándome para saber qué pasaba.

Eso hace una buena directora de tesis. ¿Mi tesista no aparece? ¡Voy por él o por ella!

Desde el inicio hay que fijar un calendario de reuniones y planificar el avance que se espera en cada semestre, pero hay que ser flexible. Nuestros tesistas son -en su mayoría- personas que trabajan de tiempo completo y uno debe comprender que a veces es difícil reunirse en la hora acordada al inicio.

Este semestre estoy trabajando con dos tesistas, un hombre y una mujer. Él, de primer semestre y ella, de quinto. Se espera que en seis semestres de su programa doctoral concuyan su investigación. En ambos casos, procuramos reunirnos cada semana en el horario acordado, pero conforme ha ido avanzando el semestre, ambos se han complejizado en sus actividades laborales, y esta semana tuvimos que reunirnos fuera de horario laboral, porque era la única opción. Ni modo, jueves y viernes en la tarde casi noche, respectivamente. La idea es que no se atrasen y que sigan avanzando al ritmo que llevan.



Titulación de la maestría en Comunicación Deportiva con orientación en Mercadotecnia Deportiva, de Arturo Escalante Flores, con un trabajo sobre estrategias digitales para un servicio médico de salud.

NO ES LA SOLUCIÓN A TODOS LOS PROBLEMAS DE LA HUMANIDAD, PERO DEBE APORTAR ALGO RELEVANTE

Es común que algunos tesistas lleguen con ideas poco definidas. Muchos quieren resolver todos los problemas de su área con su investigación, otros, plantean problemas de investigación lo que representaría una línea de trabajo para toda una vida.

Esa es la primera tarea del director de tesis, ayudarlo(a) a acotar, delimitar y concretar el problema de investigación hasta que sea factible, realista y alcanzable en el periodo del programa. Le queda el resto de su vida para seguir investigando sobre ese tema que le apasiona.

Algo que he dicho reiteradamente a mis tesistas es que una tesis es un ejercicio teórico metodológico que pretende formarlos en la investigación, y que, sobre todo, es un requisito de obtención del grado. Por ello, debe diseñarse para su realización en el tiempo que asigne el programa académico.

La carrera de investigador inicia con la obtención del grado. Por ello, el Sistema Nacional de Investigadores considera que quien cumple con este requisito y con otros, relacionados con docencia y divulgación, puede aspirar al nivel de Candidato. A partir de ahí inicia su desarrollo como investigador.

Es importante que la tesis se delimite y justifique. Esto último es tal vez la razón de ser de la vida académica: que nuestra investigación tenga un impacto social. La justificación responde a la pregunta ¿qué pretendo aportar al conocimiento?, ¿cuál es su relevancia?, ¿cómo contribuye a la comprensión o solución de un problema social?

Esos cuestionamientos deben plantearse en las primeras sesiones de la asesoría de tesis. Independientemente de que sea una institución pública o privada, la universidad está obligada a generar conocimientos que ayuden a que la humanidad solucione los grandes y graves problemas que la aquejan en diversos órdenes, áreas y dimensiones.

Sin duda, estas primeras sesiones -que muchas veces continúan a lo largo de los encuentros- se convierten en un espacio dialógico en el que ambos cuentan con un interlocutor a nivel, para discutir los temas que retan su intelecto.


Verónica Ramírez, al tomar protesta como Maestra en Ciencias de la Comunicación con un trabajo sobre periodismo en el entorno institucional.

¿EL TEMA LE INTERESA A MI TESISTA O SE LO ESTOY IMPONIENDO?

Aunado a otros aspectos éticos que tendrán un apartado posterior, este es tal vez el primer conflicto al que se enfrentan los tesistas y que deriva en su falta de pasión y compromiso con su tesis.

Como director de tesis debemos propiciar que el tesista trabaje sobre el tema que le interesa; solo así le dedicará toda la energía a su trabajo.

Cuando el director impone su tema al tesista lo ha matado antes de iniciar.

Generalmente, a esta imposición siguen otras prácticas carentes de ética como publicar como propios los trabajos del tesita, incluidos los realizados en alguna materia del programa educativo, sin el respeto que merecen el o la docente del curso; colocarse como primer autor, o autor de correspondencia, en textos derivados de la tesis, y muchos más que seguramente llenarán el apartado de comentarios abajo de este blog.


CUANDO EL PLAGIO ES TEMAS DE AGENDA

Tras la investigación que se inició contra la Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Yasmín Esquivel, por el plagio en el que incurrió en su tesis de doctorado, este tema ha surgido a la agenda nacional. El común de la población no tenía claro en que consiste este delito.

Se comete plagio cuando se publican como propias ideas, textos, conceptos, procesos e incluso metodologías que son propiedad intelectual de otro autor.

Todos los investigadores tomamos prestadas ideas, textos, conceptos, e incluso instrumentos, creados por otros, solo que ¡les damos el crédito correspondiente!

En eso consiste el uso ético de lo producido por quienes nos han antecedido en el camino de la investigación. Citamos la fuente, y en el caso de los instrumentos (guías de entrevista, cuestionarios, esquemas de análisis...) en reiteradas ocasiones nos comunicamos con el, la, los o las autores y les pedimos directamente su autorización para usarlo.

¡No hay felicidad más grande que recibir una petición de ese tipo! Eso significa que mi trabajo ha servido a otro colega y se replicará en otro contexto. Los investigadores compartimos nuestro trabajo, porque, además, significa que alguien podrá citarnos como fuente, y créanme, no hay felicidad que se compare con eso.

Actualmente, existen diversos softwares para medir el nivel de similitud en los textos de las tesis y si bien cada institución establece un rango específico, en la que yo colaboro se ha permitido un máximo del 13% para autorizar una tesis de grado.

El 1 de junio del 2022 se graduó Cecilia Madero, como doctora en Filosofía con orientación en Comunicación e Innovación Educativa y al someter su texto el software solo encontró el 3% de similitud.

Ella -y yo, como su directora de tesis- flipábamos de gusto, pero no fue una sorpresa, porque durante todo el proceso cuidamos este aspecto. Una estrategia que ella utilizó fue evitar las citas textuales; leía los artículos o libros, los comprendía, y utilizaba las ideas o conceptos, sin copiar y dándole el crédito correspondiente al autor o autora de la idea.


REFLEXIONES FINALES

En tanto el litigio y los usos políticos del caso de Yasmín Esquivel continúen en la agenda mediática, el tema de plagio y tesis seguirán siendo una preocupación de las universidades, y deberían ser una dedicación permante de las autoridades y de quienes nos desempeñamos como directores de tesis. Es una gran responsabilidad y un compromiso ético.

No bastan los softwares de análisis, se requiere de una formación institucional de directores de tesis, ya que, de otra forma, solo se ajusticia al tesista, pero no se visualiza que él o ella no llegaron al final solos; hubo un académico -no siempre un investigador- que fue el director a cargo del proceso.

Y finalmente, como solemos decir mis tesistas y yo cuando terminamos el proceso ¡Batallamos, pero nos encontramos! Con lo que nos referimos a que, si bien es necesaria la formación y competencias como director de tesis, nada se logra sin el compromiso, la capacidad, dedicación, desveladas, ignorar los periodos vacacionales (las vacaciones no existen mientras se realiza una tesis, esos son tiempos benditos para avanzar) del tesista.

Al final es él o ella quien obtendrá el grado.



*Alma Elena Gutiérrez Leyton es doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM (2004, mención honorífica). Es investigadora nacional nivel 1 (SNI/CONACYT). Actualmente es profesora investigadora de tiempo completo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Ha dirigido más de 50 tesis de maestría y doctorado durante 28 años. Es formadora de periodistas e investigadores y divulgadora cultural y científica. Estudia música en la Facultad de Música de la UANL.


** Tesis "La comunicación didáctica en los espacios electrónicos de aprendizaje de la educacion a distancia" de Alma Elena Gutierrez Leyton. Disponible en la Biblioteca Digital de CREFAL https://biblioteca.crefal.org/cgi-bin/koha/opac-detail.pl?biblionumber=29926 (seleccionar la opción Documento en texto completo para descargarla).



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1 Comment


Bertha Ramirez
Bertha Ramirez
May 02, 2023

¡Un privilegio contar con tu amistad Dra. Almis Leyton! ¡Sigo aprendiendo a mis 63 y los que vengan! ¡No termina el aprendizaje, todos los días hay algo nuevo! 😍

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