YO SOY ALMA, ¿Y TÚ?... ¡TAMBIÉN!

Recupera tu esencia y transforma tu vida desde adentro

Escribe y saca todo eso que te incomoda y te impide ser feliz

Cuando empecé a impartir el taller “Escribe tu libro”, el objetivo era que cada persona que deseaba elaborar un texto publicable obtuviera las bases para darle forma a sus ideas.

Al terminar cada curso, conforme los participantes compartían su experiencia de aprendizaje, identifiqué que, al trabajar en sus libros, cada uno logró -además- externar emociones que les ayudaron a sanar situaciones complejas.

En algunos casos, personas con años en terapia dijeron que a través de la escritura habían soltado culpas y resentimientos que no habían sido capaces de trabajar previamente, porque era muy penoso comentarlo con la psiquiatra o psicóloga.

Con base en esa experiencia de éxito, diseñé el Taller vivencial: “Libera y sana tu alma” en el que integré algunos elementos relacionados con la comunicación escrita, y me centré en el proceso de la escritura terapéutica a través de diversos ejercicios y reflexiones que permiten a las participantes hacer una minería de emociones y verbalizar el origen de sus problemáticas.

Una vez escrito, el problema tiene forma, se cosifica y se puede resolver.

¿Cuál es la ventaja de escribir como terapia para sanar el alma?

Como formadora de investigadores a nivel licenciatura y posgrado, he aprendido que mientras el tesista no escriba su problema de investigación no hay nada que investigar. Lo primero es problematizar el fenómeno a estudiar y convertirlo en una pregunta de investigación.

De la misma manera, en nuestras vidas, los problemas están ahí, dándonos vueltas en la cabeza y en el estómago, pero mientras no las pongamos en el papel, nos pasa lo mismo que a los tesistas o investigadores.

Hay una categoría de tesistas de maestría y doctorado a los que les llamo “los ya merito”, porque siempre dicen que “ya merito acaban su tesis”, pero no avanzan, y casi siempre se quedan en ese estatus, sin lograr el título al que aspiran.

Ellos tienen una idea de lo que quieren hacer, pero no le han dado forma. Al escribir, poco a poco, se logra esa problematización, que es el punto de partida para toda investigación. Sin problema de investigación, no hay nada de dónde partir.

Así, en nuestra vida, sin identificar ni cosificar el problema, solo nos sentimos avasallados por emociones que nos entristecen, nos causan emociones negativas y nos impiden vivir en plenitud.

Para llegar a ese nivel de concentración y reflexión incorporé diversas técnicas de relajación, con las que inicio cada sesión y que han sido meditación guiada, baño sonoro con cuencos tibetanos, arpaterapia y acupuntura.

Yo soy Alma

El título de esta entrada parece una presentación de mí misma, ya que, coincidentemente ese es mi nombre; pero no.

Se basa en la idea de que nuestra travesía en este mundo es la de un alma que vive una experiencia humana y en este trayecto se espera que tengamos una vida plena, satisfactoria, con bienestar físico y espiritual y en la que logremos trascender dando lo mejor.

Pero… ¿cómo dar lo mejor a los demás si por dentro estamos sufriendo?

Lo primero, como en la investigación, es cosificar se dolor, desmenuzarlo, identificar sus partes y empezar a trabajar en su solución paulatina y progresivamente.

Es como cuando vemos el sufrimiento del protagonista en la película, ¡tenemos mil soluciones para su problema! ¿Entonces por qué no podemos tener esa misma cantidad de opciones para lo que nos aqueja?

¿Te gustaría poner en pantalla eso que te aflige?

Te invito a la nueva emisión del Taller vivencial: “Libera y sana tu alma” que inicia el sábado 21 de enero, en el Instituto Mexicano Norteamericano de Relaciones Culturales – Centro.

Si te interesa, envíame un mensaje por correo electrónico (agutierrezleyton@gmail.com) o whatsapp (81217622948).